Clasificación FCI: Grupo 9: De compañía
Otros nombres: Pug, Mops.
Índice
Origen
La bibliografía relativa al origen de los perros chatos parecidos al Carlino asegura que esta raza estaba presente en China en el año 700 a. C. Allí era considerada un auténtico tesoro, y por lo tanto, estaba reservada a la realeza quienes los adoraban. Resaltar que el emperador Ling To (168-190 d. C.) elevó al mismo rango que a sus propias esposas a las hembras de estos perros chatos.
Muchos años después esta fascinación todavía permanecía, hasta el punto de que durante la dinastía Yuan (1206-1333) estaba establecido que todos los perros del emperador desfilaran ante los invitados.
Es muy probable que en aquella época empezaran a ser introducidos en Occidente por los comerciantes holandeses, quienes los traían de China a escondidas, ya que la posesión de estos perros estaba reservada al emperador.
Pero no es hasta el reinado de Guillermo el Taciturno (Países Bajos) cuando queda constatada su presencia ya que se los llevaba a sus viajes. La fascinación que sintió la casa de Orange por el Carlino no finalizó con este rey, sino que en 1688 fue declarado perro oficial.
Durante el siglo XVII el Carlino perdió popularidad, pero durante el siglo XIX volvió a recuperarla gracias a las nuevas importaciones hechas desde China: perros extremadamente chatos y con las patas algo más cortas, cualidades que se habían perdido.
En el aumento de su prestigio también tuvo mucho que ver la reina Victoria, quien tenía al Carlino como una de sus razas favoritas.
Apariencia general
Perro de hocico chato con pliegues sobre la nariz que le hacen característico. Mirada con ojos oscuros y tristes bastante saltones y redondeados.
Sus orejas son pequeñas y suaves como de terciopelo negro y el maxilar inferior es ancho con los incisivos colocados en línea recta. Su cuerpo es corto y compacto y tienen una cola alta, apretadamente enroscada sobre la cadera. El doble enroscamiento es muy característico.
Pueden ser de color plata, albaricoque, leonado claro o negro. El hocico o la máscara, las orejas, los lunares en las mejillas, la marca del pulgar o el rombo de la frente y la estría son muy negros.
Altura a la cruz:
- Macho: 30 cm
- Hembra: 25cm
El peso ideal es entre 6,3 y 8,1 kg. Debe tener fuerte musculatura, pero la sustancia no debe ser confundida con un sobrepeso.
Carácter y educación
El carlino es sensible y afectuoso por lo que las caricias de sus dueños serán el mejor regalo.
Siempre permanece pegado a ellos y suele tener el apodo de “sombra”.
De cachorro es travieso y juguetón pero, con el paso de los años, al ser adulto, será calmado y más amigable aún, siempre que se le haya adiestrado de manera adecuada, ya que también destaca por tener un temperamento testarudo y algo independiente.
Su inteligencia es tal que puede llegar a aburrirse si repite de manera reiterada determinados ejercicios pero, como quiere estar con su dueño, continua repitiendo las acciones para recibir más mimos y caricias. Siempre van a querer interaccionar. Tolera juegos con niños y adultos indistintamente.
A nivel inteligencia, el pug ocupó el puesto 57 en la clasificación de Stanley Coren y a veces tienden a la tozudez pero siempre ceden si de estar acompañado se trata.
Su enseñanza debe comenzar antes de los 6 meses porque después, los hábitos que haya adquirido serán más difíciles de cambiar. Sobre todo, hay que intentar calmar los ladridos si es un ejemplar que tiene esa tendencia.
En casa puede llegar a estar dormitando mucho tiempo a pesar de ser una raza animada y viva.
Es mejor que conviva en un hogar familiar que en casa de una persona solitaria o que pasa mucho tiempo fuera.
Se suelen llevar bien con perros de razas más grandes que ellos y no son animales agresivos.
Particularidades
El carlino se define con la expresión latina “multum in parvo” que quiere decir “mucho en poco”: unas proporciones corpulentas en un tamaño pequeño.
Al ser braquicéfalo y tener un ligero prognatismo inferior, esta raza de perro tiene mucha propensión a la acumulación de comida y por ello, proliferación de bacterias, que terminan en enfermedades periodontales: sarro y gingivitis.
El sobrepeso es otra de sus características que hay que cuidar no dándole alimento de más y cuando se note ese peso excesivo, con reducirle un poco la dosis de comida, bastará.
Consejos y cuidados
Debido a que tiene tendencia a aumentar de peso, el carlino necesita hacer ejercicio diario.
Hay que tener en cuenta que con un buen paseo puede llegar a ser suficiente, sobretodo en determinadas épocas del año, ya que al ser pequeño y braquicéfalo, puede tener problemas.
En verano, el calor les puede ser muy sofocante y en invierno, el frío puede hacer que necesiten un pequeño abrigo ya que su pelo es muy corto.
Le encanta jugar pero hay que evitar que salten desde sitios altos ya que puede hacerse daño en sus articulaciones.
Para evitar ese sobrepeso mencionado anteriormente, durante el adiestramiento hay que tener cuidado con los premios y la comida evitando darles demasiada cantidad.
Dada la particular forma de su cráneo, sus ojos son de un aspecto saltón y alegre.
Al encontrarse los ojos localizados en la parte de delante de la cabeza, están más expuestos al roce con plantas y objetos que los ojos de otros perros que los tienen más laterales, por lo que es recomendable llevarlos al veterinario cuanto antes si creemos que pueden tener una lesión.
Para su cuidado, es bueno limpiar los ojos del animal una vez a la semana con un algodón humedecido con agua hervida fría o té frío, con el fin de eliminar secreciones y/o suciedad.
Debemos añadir a esta limpieza las características arrugas de su cara que también pueden acumular secreciones y suciedad.
No es necesario aplicar jabones, cremas u otras sustancias. Al terminar, hay que secar bien los pliegues con una gasa seca, ya que si permanecen húmedos se puede irritar.
Debemos tener especial cuidado con los oídos, ya que al tener las orejas caídas, el aire no circula y la humedad se mantiene en el interior. No se deben utilizar bastoncillos.
Aunque su pelo es corto, tiende a soltar pelo todo el rato por lo que si eres alérgico o asmático podrías tener algún problema.
Sí es necesario cepillar al pug una o dos veces por semana para retirar el pelaje muerto. Solo debe bañárseles cuando el perro está sucio (1 vez al mes más o menos) pero las arrugas de la cara y el hocico se deben limpiar con un paño húmedo y secar con frecuencia para evitar infecciones cutáneas.
Famosos
- Frank, de Men in Black.
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