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¿Qué es un perro de caza?
Los perros de caza son aquellos perros que se utilizan para asistir al ser humano durante esta actividad.
La caza fue la primera de las actividades que el hombre y el perro realizaron de forma conjunta desde su domesticación. A lo largo de este periodo de miles de años, el hombre ha ido seleccionando al perro para las distintas tareas que le eran necesarias, de tal forma que en la actualidad existen cientos de razas distintas y muy especializadas.
Características del perro de caza
Un buen perro de caza debe presentar las siguientes aptitudes:
- Instinto
- Fuerza
- Olfato
- Ladrido
- Valentía
- Iniciativa
Tipos y razas más utilizadas para ser perros de caza
Según la clasificación de la FCI, seis de sus diez grupos corresponden exclusivamente a perros de caza, en sus distintas modalidades. Además dentro del grupo V, también encontramos razas que son usadas en la caza.
Así encontramos perros sabuesos, lebreles, terriers, perros de muestra, perros cobradores, perros de agua, perros levantadores o Spaniels, perros nórdicos de caza…
Los grupos de la FCI donde se clasifican estos perros son los siguientes:
- Grupo III –> Terriers
- Grupo IV –> Teckels
- Grupo V –> Perros tipo spitz y tipo primitivo
- Grupo VI –> Perros tipo sabueso, perros de rastro y semejantes
- Grupo VII –> Perros de muestra
- Grupo VIII –> Cobradores de caza, levantadores de caza y perros de agua
- Grupo X –> Lebreles
Y las razas más utilizadas con las siguientes:
Adiestramiento para la caza
Para que un perro sea realmente útil para la caza debe, como cualquier otro, primero adquirir una educación básica, un adiestramiento básico y posteriormente, un adiestramiento específico para cazar.
Sin lugar a dudas, la empatía con nuestro cachorro debe ser una condición clave a la hora de empezar con el adiestramiento. La edad idónea, por lo general para llevarlo a cabo, oscila entre los 8 meses y el año de edad (siempre teniendo en cuenta la madurez del perro).
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Antes de comenzar con el adiestramiento de nuestro perro para la actividad cinegética, sea de la raza que fuere, lo más importante es que esté perfectamente sociabilizado.
Para el adiestramiento de estos perros se recomienda un adiestramiento en positivo. Será premiado con una caricia, expresiones positivas o algo de comida. Al contrario, cuando nuestro amigo peludo no haga lo correcto no le castigaremos; sencillamente, no premiaremos. Su conducta les irá enseñando cuál es la forma para conseguir su «premio».
Cuando vayamos a acompañarnos de nuestros perros para la caza con armas de fuego, será conveniente acostumbrarlos desde cachorro a los ruidos y golpes secos con el fin de que no se asusten posteriormente de los disparos.
Que el perro no asocie desde temprana edad los ruidos con algo negativo será fundamental para el ejercicio de la caza en la que, con mayor o menor frecuencia, se pegan tiros. Dar palmadas fuertes o incluso dejar caer objetos de forma periódica, mientras el cachorro come o recibe una recompensa, ayudarán a que asocie los disparos con algo positivo.
Todos los perros de caza deben saber convivir y cazar juntos y acudir siempre a la llamada del cazador pero además, para entrenarle, tenemos que enseñarle una serie de técnicas de cobro y de búsqueda.
Ejercicio de cobro
Este ejercicio es el procedimiento por el cual los perros de caza aprenden a traer a su dueño las presas vivas o muertas a las que el cazador ha disparado.
Para ello, distinguiremos entre portar y cobrar.
Portar consiste en que el perro aprenda a recoger y llevar el rodillo o la pieza. Cobrar es que asocie el hecho de entregárnosla. Debemos intentar que este doble ejercicio sea un juego para él y que, a su vez, llame mucho su atención, por lo que las sesiones serán cortas y estimulantes.
Para que el perro pasee con el rodillo en la boca sin soltarlo, debemos utilizar la correa de adiestramiento. Podemos premiarle cada vez que recojamos el rodillo de su boca.
Cuando el perro ya busca el rodillo y lo trae sin ningún problema, se le empieza a introducir en los primeros olores de caza. El perro, automáticamente, relacionará su rodillo con el olor de los animales que luego cobrará en tiempo de desveda.
Abandono de perros de caza
Al finalizar la temporada de caza centenares de galgos y podencos, entre otros, son abandonados. La cifra aproximada ronda el 11% del total de los abandonos anuales.
Hay muchos ejemplares de estas razas que encuentran un segundo hogar, en entorno más familiar, para continuar una vida tranquila y alejados de la caza como habían estado acostumbrados.
Última actualización el 2023-08-20 / Enlaces de afiliados / Imágenes de la API para Afiliados